El último tango
). EL ÚLTIMO TANGO.
Esta historia se podría resumir en la letra de un tango. Leticia y Miguel eran dos excelentes bailarines. Se complementaban de maravillas en el baile y en la relación personal. Hasta que el día menos pensado el la abandonó por otra, yéndose a vivir al extranjero. A partir de entonces esta mujer, divertida y bonita fue perdiendo de a poco su alegría y su belleza. Siguió bailando con la profesionalidad de siempre pero como ausente. Todos comprendían que bailase con quien bailase siempre bailaba con él.
Esa noche a Pablo, quizá el más sensible del grupo, le pareció verla más triste y pálida que de costumbre.
Se acercó sin decir palabra,la ayudó a incorporarse y tomándola por la cintura la condujo hacia la pista. En ese momento un tango de Pugliese acallaba el murmullo del salón. Ni bien comenzaron a bailar ella entornó los ojos y apoyó su cabeza sobre el pecho del hombre.
Pablo comprendió de inmediato, Leticia estaba bailando su último tango. La sujetó con suavidad pero con firmeza y continuó danzando Hasta que se escuchó el compás final.
Luego, ante el estupor de todos la alzó en brazos y la recostó sobre un sillón, sin poder contener el llanto.
Úrsula Buccio
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